Siento
la
tristeza
de una
rosa
deshojada,
al azote
del
viento
que la
hiere,
que
llora la
vergüenza
ante
quienes
con su
aroma a
una
mujer
enamoraba
y su
color de
amor
sonrojaba
su
frente,
Siento
la
tristeza
que me
embarga,
porque
tengo
vida y
no tengo
nada,
porque
tengo un
corazón
que
agoniza,
de aquel
corazón
que
ardía el
llamas
hoy sólo
quedan
las
cenizas.
Conozco
la
esperanza,
mas en
mí no
habita,
conozco
a Dios
mas no
le
imploro.
porque
sé que
en mi
demanda
exigiría,
un nuevo
corazón
y poco a
poco,
volver a
retomar
las
riendas
de la
vida.
Por eso
es mi
tristeza
tan
enorme,
es como
si
llevara
lentamente,
todo
este
mundo
que se
rompe ,
sobre mi
espalda
y cada
vértebra
que
quiebre,
abrirá
una
brecha
hacia un
jardín
huérfano
de
flores.
Siento
tristeza,
mas no
por
desamor,
ni por
nadie
que
turbe mi
existencia
es por
vivir
entre la
duda y
la
conciencia
cuando
comienzo
a sentir
la
compasión,
que me
da el
espejo
al
devolver
mi
figura
en
decadencia.
Es
triste
saberse
derrotada,
es
triste
sentirse
acorralada.
por ese
monstruo
invisible
que
acecha,
y que un
día lo
ves y a
nadie
cuentas
cómo es
su
rostro...
solo te
rapta.
Carmen
Flores
Febrero
2008
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