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Cuando
el
arroyo
se
silencie
y no
haya
estrellas
en el
cielo,
cuando
el
camino
se torne
negro
y las
piedras
sean el
puente
de un
caminar
incierto,
por
aquellos
que ya
de
añejos,
deambulan
entre lo
consciente
y lo
inconsciente.
no me
busques,
entre
sombras,
camino
con
ellos.

Hay
momentos
y hay
tiempos
que
pretender
pensar
que
existe
vida y
ya no
estás,
mutila
el
pensamiento,
se
hieren
los
momentos
que
anhelas
recordar.

Tal vez
si las
aguas
tomaran,
rumbos a
la
inversa,
yo
encontraría
veredas,
para
volver a
encontrar
mi alma,
entre la
lluvia y
el
viento
se
enredan
hilachas
que
fueran
ramas
de
arboledas
en
primavera.

Aquellas
primaveras,
color de
amores,
aquellos
amores,
con
aires
tibios,
donde
las
rosas
avivan
los
colores,
y
erguidos
se lucen
los
blancos
lirios
salpicando
de amor
los
rubores.

Todo,
todo ha
desaparecido,
entre
brumas y
nieblas
se ha
escondido
una de
las
flores
más
querida,
ya no
está, su
cuerpo
se ha
ido,
sólo
queda el
espectro
de una
diva
que al
espejo
en su
imagen
queda
fija
una ruta
sin
vuelta...
sin
destino.

Carmen
Flores
29/3/08







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