


 
 
 







Estuve
aquí,
entre
las
flores
me vio
nadie,
me movió
el
viento,
fui
marioneta,
¿quién
percibió
mi olor?
nadie,
nadie me
vio.

Estuve
entre
los
Dioses,
los que
rigen el
mundo,
no se
dieron
cuenta,
que yo
les
observaba,
furibunda
rabiaba.
pero
estaba
indefensa
y nadie
me vio.

De flor
en flor
con las
mariposas,
entre
nubes y
la
lluvia,
dormitando
en la
luna,
ví bajar
las
estrellas,
traté de
brillar
con
ellas,
de robar
luz y
energía
entretejer
mi
poesía
con
hilos
color
turquesa,
pero
quedé ya
sin
fuerzas
y nadie
me vio.

Estuve
en la
tierra
cantando
en
silencio,
derramé
mis
sueños
por
entre
las
piedras
renacieron
perlas,
volvieron
al mar
llenas
de
quimeras.

Estuve,
sí,
estuve,
nadie me
vio,
de mil y
una
manera
quise
hacerme
notar,
pero...
¡Qué
pena!...
nadie me
vio...


Dic/20/05



Yo te ví
entre
las
flores
y cuando
te mecía
el
viento
también
olí el
perfume,
ese que
aún sigo
sintiendo.

Y los
dioses
que te
observaban...
¡Estaban
tan
contentos!
vieron
la
fortaleza
desbordante
y
contaban
los
pasos
lentos
de la
que se
creía
indefensa
y
mirando
el
paisaje
denso
escribía
como los
ángeles.

Acompañada
de
mariposas
miraba
la luna
llena
y entre
todas
las
estrellas
era la
mas
curiosa
porque
su alma
de poeta
grababa
y
grababa
mil
cosas.

Y cuando
cantaste
en
silencio
bajito
contigo
cantaba
para no
interrumpir
nada
y que ni
el
viento
se
enterara.

Recogí
varias
perlas
antes
que el
mar se
las
llevara
las
guardé
en mi
pecho
para no
perderlas
y me
marché
en
silencio...
sin que
tú lo
notaras...


20
Junio
2008




Y
entonces
que era
el
sentimiento
callado
que como
estalactita
estaba
perforando
el aire?
Que era
entonces
el ruido
del mar
susurrando
en tu
oído
silente?

En ese
día que
te
hacías
invisible
hubo
almas,
muchas
almas
que como
la tuya
reptaban
a tu
alrededor
Y se
fundieron
los
secretos
Y se
fundieron
los
dolores
Y la
ilusión
hizo
enredaderas,
bellas
enredaderas
de
futuras
alegrías.

¡!Y
nadie te
vio!!
Cuando
quisiste
llevar
tu alma
dolida
y
dejarla
quieta
entre
las
rocas
y el mar
y las
gaviotas
y las
olas
formaron
un todo
y
juntaron
las
estelas
para
fabricar
en el
agua un
remanso
de paz.
Y desde
allí
viste
las
perlas
de la
amistad,
los
sueños
de los
amores,
los
ruidos
de unos
besos
anhelados,
la brisa
silenciosa
que reía
en toda
tu alma.

Y nadie
te vio?
Cuando
las aves
viajeras
y
errantes
volaron
de sus
nidos
emplumando
trinos.
cuando
las
viejas
imágenes
raídas
de las
siluetas
de un
ayer
te
dijeron
desde el
Olimpo
que los
dioses
tienen
ojos en
la
espalda.
y porque
entre
ellos
murmuraron
con una
voz
musicalizada
por el
eco
que tú
deseo de
hablar
en
poemas
es
simplemente
buscar
el
origen
en la
vigilia
de las
palabras
sin
memoria
y allí
volaron
las
plumas,
las
palabras
y en el
cosmos
de tu
ser ya
humano
no
viste,
no
descubriste
no te
percataste,
que
nunca,
puedes
decir,
que
nadie,
nadie
te vio,
descifrando
tus
propios
enigmas.


Junio
24,18,00
hrs. PM




Ella te
ve, la
flor mas
roja,
y me doy
cuenta
que se
sonroja
con tu
presencia.
Llama a
los
vientos
que se
hacen
brisa
cuando
se topan
con tu
sonrisa,
y son
ausencia.

No te
convierten
en
marioneta
porque
los
Dioses,
con una
treta,
soplan
mas
fuerte
y, todas
juntas
las
mariposas,
con las
estrellas
y con
las
rosas
le
dieron
muerte.

En esa
calma,
el mar
sin olas
se unió
a la
tierra
(ya no
estás
sola)
y, en
una
perla,
nació tu
verso
colmando
el alma
del
universo.
Que no
te
vieron?
eso
creíste?
ya ves,
te
vieron,
tú no
los
viste;
creando
rimas
apasionadas
sin
darte
cuenta...
cuenta
de nada.





Yo te vi
entre
las
flores;
parecías
una de
ellas
con tus
lindos
colores
y tu
carita
bella.

Crees
que
nadie te
vio
mas los
dioses
te
vieron
cuando
tu alma
lloró
y mil
besos te
dieron.

Mas por
aquella
afrenta
que tu
instinto
inventó,
ya ni te
diste
cuenta
cuando
Dios te
besó.

Yo te vi
dormitar
en tu
amiga,
la luna;
también
te vi
brillar
como
estrella
ninguna,
pero
como
dormías
no
pudiste
mirar
cómo
miles de
estrellas
te
hicieron
brillar.

Y todo
el
universo
extasiado
miraba
cada
rima en
los
versos
que tus
ojos
lloraban.
El dolor
te
cegaba
y sola
te
sentiste,
pero yo
allí
estaba;
fuiste
tú... no
me
viste.





¿Has
visto
alguna
vez cómo
sacude
el
fuerte
viento
el polvo
del
camino?
¿Cómo
impulsado
en raudo
remolino,
borra
las
formas,
se
dilata y
sube?

Eso me
pasa a
mí
cuando
te miro,
y
sacudes
el polvo
del
recuerdo
y en esa
vasta
niebla
en que
te
pierdo
te
siento
agonizar
en cada
giro...

Y por
querer
huir de
tus
dolores
te has
colgado
a la
cruz de
otros
amores
pasando
inadvertida
sin
dejar
huella,

algo me
dice en
mi
secreto
mundo,
que tu
presencia
es un
estar
profundo,
de cosas
tuyas
que
descubro
en ella.

Contestación
a Carmen

25-06-08




Te vi
entre
las
flores
escondida
Con los
ojos
mirando
el sol .
Como una
mariposa
cautiva
Que le
quieren
robar el
corazón

Te vi
bella y
Alegre
Y te
pude
observar
Pero tú
no
mirabas
A nadie
en
especial

Tal vez
esperabas
Lo que
siempre
has
soñado
Un
Beso...
Un
Suspiro
Y Un
Amor a
Tu lado





Yo te vi,
musa
caribeña,
nadando
en las
mañanas
hacia el
faro
sutil de
tu
ilusión.

Imaginé
tu cola
de
sirena
batiendo
entre
las
olas,
cantando
tus
sones
hechiceros
que
hacían
naufragar
los
azarosos
pesares
marineros.

Yo te vi
cuando a
mi oído
llegó el
murmullo
de tus
versos,
tímidos
e
infantes,
de las
largas
noches
aciagas
donde el
reposo
era el
viajero
ausente
de tu
duermevela.

Yo te vi
a la luz
de un
relámpago,
cuando
soñabas
con la
nave de
tus
sueños
que
traería,
a tu
puerto
de
poemas,
al
sultán
de la
marea
enardecida
sin
marcharse
jamás de
tu
costado.

Yo te
vi...
Y
soñando
contigo,
te
esperé
en la
escollera
del
insomnio
para ver
si tu
corazón
de
madreperla
me
llamaba
desde el
fondo
más
oscuro
para
llevarme
contigo
a tus
corales.

Te vi...
tú no me
viste...
Y
anochece
mi
vida...
en la
esperanza...




Tus
poesías
están
tejidas
con
hilos de
mil
colores
perfumadas
con
rosas
amarillas
pues
todo tu
ser,
huele a
flores.

Tu alma,
brilla
mas que
todas
las
estrellas
porque
los
poetas
tiene
luz
especial
es la
esencia
inmortal
que
alumbra
las
noches
mas
bellas.

Y cuando
las
musas a
tu
alrededor
cantan
en el
silencio
profundo
Dios
está
contigo
y tu
espíritu
levanta...
y en la
soledad
del
convulsionado
mundo...

Tienes
la mejor
compañía,
los
ángeles
sonríen
bailan y
se
encantan
Dios
está
contento
y hasta
creería
que tus
poemas...
una
sonrisa
en su
rostro
enmarca...

Imposible
no
verte,
eres
privilegiada
poeta de
inagotables
letras
amiga
siempre
bienamada
si hasta
cuando
creíste
estar
sola...
¿
Cuantos...
cuantos
allí
estábamos!


26 Junio
2008




Camino a
bastón
blanco
por la
acera de
siempre
algo me
roza, ha
de ser
viento
que
desde el
mar se
empeña
en
sacudir
modorras.
¿O es
acaso
solo la
brisa
que
anuncia
el
huracán
que se
rinde a
los
pasos
cansados?..
Algo me
roza, me
toca,
eso es,
caricias
avenidas
ah, sí,
la
espera
que
termina
la que
en la
boca se
hace
canto
y entre
las
manos:
amparo.
Qué
suerte
la
penumbra
qué
bueno la
noche
tantas
veces
llanto
no te vi
-ahora
lo
sabes-
caminaba
sin
rumbo
a solas
con la
luna
y fue el
aleteo
de una
mariposa
que
conmovió
en el
simple
roce de
tu
anhelo
y
exclamó:
no te vi
con los
ojos de
todos
te miro
ahora
circular
mi savia
que
vuela
paloma
hasta tu
ventana
donde se
hace
nido
durmiendo
distancias.


ergastopoetero@yahoo.com.ar




Si,
percibimos
tu
olor...
con un
aroma
especial
entre
las
flores...Cuando
el
viento
en ellas
dio.

¡Porqué
crees
que los
dioses
no te
vieron!...
Si
fueron
ellos
que
indefensos
se
sintieron
cuando
tú los
observabas.

Recupera
ya tus
fuerzas,
tu luz y
tu
energía...Pues
tú
brillas
mas que
una
estrella
en todas
tus
poesías...

Tu no
cantas
en
silencio...
Ni
derramas
tus
sueños
en vano
pues haz
estado y
estarás,
con tu
exquisito
olor a
flor,
Como una
de las
mejor...
¡Y eso!
todos lo
hemos
notado.






Estuve
contigo
siempre
cortando
las
margaritas,
te seguí
por el
viento
aferrada
a tu
cuerpo,
guiada
por tu
aroma
convertida
en
paloma.
Y no me
pude
expresar.

Te seguí
hasta el
olimpo,
preguntando
a las
ninfas,
que te
vieron
pasar,
y ellas
me
dijeron
prestas,
que a
pesar de
tu rabia
conservabas
la savia
de ‘ese’
tu dulce
versar.

Y seguí
preguntando
al sol,
la luna
y
estrellas,
pero
echaban
centellas
entre
iras y
rabias,
pues tu
paso
dejaba
tanta
luz que
espantaba,
tanta...
que
opacaba
su
radiante
hábitat.

Al
llegar a
la
tierra,
te oí
como
sirena,
percibiendo
tu
cántico,
que me
envolví
en un
manto,
de
ensueño
y de
remanso,
que aún
no me
despierto
de tan
dulce
rimar.

Traté de
tomar tu
mano
y
expresar
mi
admiración,
pero
olvidé
mi
estado,
que
convertida
en
paloma,
no pude,
más que
mirarte...
y un
roce,
como
besarte…
Y nunca…
te pude
hablar...


Junio/2008

  
  

  
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