Mis
lágrimas
inundan
mis
adentros
porque
mis
lloros
quedan
en
silencio.
Cuando
miro al
cielo
busco
un punto
especial
y justo,
una
estrella
asoma un
tenue
destello.
Mi canto
es
lastimero,
un
violín
acompaña
mi voz
hoy sin
matiz,
las
cuerdas
fingen
contento,
rompiendo
las
ondas
del
viento,
llegando
hasta tu
confín.
¿Porqué
escondes
tu
rostro?
¿Porqué
te
siento
ajeno?
¿Porqué
si busco
en tu
cielo,
ni
siquiera
te
reconozco?
Huyes,
huyes
como un
potro
con
salvajismo
y
sosiego.
Te di mi
vida en
fragmentos,
no queda
nada, la
desperdiciaste,
sin
embargo,
entero
te
entregas
en cada
cuerpo...
Disfrutas
y si...
pero un
día
tendrás
que
llamarme,
y tratar
de
contarme,
que es
tu
final...
que te
estás
rindiendo.
Ese
día...
no será
de
alegría
pero sí,
de
agradecimiento,
porque
será
doble tu
sufrimiento,
sentirás
mente y
piel ya
sin
vida,
humillado
ante tu
espejo,
herido
en tu
ego,
añorando
nuestros
días.
Septiembre
/08
Carmen
Flores
Mapa
Libro
de
Firmas
Mid
Gentileza
del
Maestro
René
Ramos
Matty
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